MENTIRA: Los dientes blancos son más fuertes que los amarillos.
Aunque el blanco resulta más atractivo, investigaciones demuestran que estos dientes pueden ser menos resistentes a las caries que los amarillos. Eso pasa porque el uso excesivo de productos blanqueadores elimina la capa de esmalte protectora de los dientes.
Además, cuando nos vamos haciendo mayores, los cambios estructurales en la dentición y la reducción del flujo sanguíneo pueden hacer que los dientes se vean más amarillos, pero no por ello menos sanos.
VERDAD: Chupar una aspirina no elimina el dolor de muelas.
La aspirina puede ayudar a controlar el dolor en las muelas, pero sólo si se ingiere. La aplicación directa de la pastilla sobre el diente con dolor podría quemar los tejidos blandos y sensibles de la boca.
MENTIRA: Para eliminar el mal aliento, basta con mantener una correcta higiene bucal.
Si bien la higiene de la boca elimina la halitosis cuando es causada por el exceso de restos de alimentos y bacterias, el mal aliento tiene numerosas otras causas, como quedarse largos periodos de tiempo sin comer, enfermedades en distintas partes del cuerpo y la ingestión de alimentos productores de azufre (tales como la cebolla).
VERDAD: Chuparse el dedo puede perjudicar la dentadura de los niños.
Chupar el pulgar puede conllevar a futuros problemas bucales, ya que este hábito podría causar el desplazamiento de algún diente, lo que lo impediría desarrollarse bien. Así que no dejes a tu hijo ponerse los dedos en la boca si quieres que luzca una boca sana.
MENTIRA:Los niños menores de dos años no deben usar pasta dental.
Los pequeños deben desarrollar el hábito de mantener la higiene de la boca desde los primeros años de vida y eso incluye cepillarse los dientes con pasta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen pastas dentales especiales para cada edad. Para los menores de dos años, se recomiendan las que no contengan fluoruros.
VERDAD: Las caries también pueden atacar a los adultos.
Aunque esta es una condición más común en niños y adolescentes, los adultos también pueden tener caries, especialmente los mayores de 60 años, ya que en esta etapa de la vida es común que las raíces de los dientes queden más expuestas.