Martes, 20 de marzo de 2001
Ese corre corre de personas volando para el trabajo, con la vida
departamentalizada como si cada uno cargase, en si mismo, una indústria, se
acabará. Y no debe demorar mucho. Una nueva sociedad, pós-industrial, está
surgiendo y habrá tiempo libre para la creatividad. El padre de esa idea es
el sociólogo italiano Doménico de Masi, que será recibido hoy en la Fiec,
para una conferencia abierta a la sociedad cearense, a partir de las
10h30min.
Doménico se convirtió en el profeta moderno del "ócio creador" y es conocido
mundo afuera como el "sociólogo del ócio". En Brasil, ya recorrió todas las
capitales importantes hablando sobre como utilizar el "tiempo" de forma
creadora. La mayoría de sus libros fue traducida para el portugues.
Doménico vino a Fortaleza por segunda vez, convidado por el comite
organizador del encuentro de la Sociedade Interamericana de Prensa, que
reúne cerca de 400 ejecutivos de diarios de las tres Américas.
Para entender el "ócio creador" defendido por el profesor de la Universidad
de Roma, Itália, es preciso ejercitarlo. Dejar de lado viejos conceptos
sobre el trabajo y el tiempo, los dos principales objetos de investigación, o
mejor, creación, de Doménico de Masi. Para esto, el sociólogo descuartiza el
taylorismo, sistema considerado el ápice de la industria capitalista, creado
a partir de las ideas de Taylor. De acuerdo con ese método, los trabajadores
se fijan en procesos individuales y pierden el contacto con el todo. El
fordismo (creó la linea de montaje) llegó más tarde y perfeccionó el
sistema.
Utilizando la misma técnica de producción, el ciudadano de la sociedad
industrial, divide el tiempo entre ganar dinero, aprender, y divertirse,
pero de forma desintegrada que no permite la creación, apenas la repetición
de tareas.
Esta segmentación atiende de forma perfecta al capital. "Pero el capital es
estúpido, no se interesa por la felicidad del hombre", alerta. Lo que
existirá en la sociedad póst-industrial es la intersección entre esos
elementos.
Imagínese entonces un individuo que puede ejercer sus actividades
profesionales, al mismo tiempo en que aprende nuevos conocimientos y se
divierte. En ese nuevo escenário es perfectamente posible al hombre tener
tiempo para trabajar suas ideas. Crear, en el sentido clásico del término.
El periodismo es un plato lleno para el ejemplo de ócio creador, de la misma
forma que las actividades artísticas en general. Que decir, entonces, de la
indústria de la información, literária, musical, solo para citar algunas?
"Bravo", responde Doménico. es exactamente este el punto de la cuestión. "El
problema es que estamos organizando la sociedad póst-industrial con los
métodos de la sociedad industrial y eso nunca funcionará", afirma. "La
indústria es lo opuesto del ócio creador", refuerza.
Tiempo libre y ócio creador están lejos de ser "hacer nada". "Ese ócio no
vale. Es del tipo que genera violencia", enseña. La creatividad llega como
proceso natural de una sociedad educada para dar a sus ciudadanos la
necesidad de desarrollar sus ideas, su creatividad y solucionar sus propios
problemas, como el desempleo por ejemplo.
Y globalización qué tiene que ver con todo eso? "La globalización es
como la tecnología, tiene cosas buenas y malas. La mala es que destruye la
identidad de los pueblos. La buena es que ofrece una conciencia universal.
La sociedad póst-industrial tiene que buscar el equilíbrio entre la identidad
y la conciencia universal", afirma. La sociedad póst-industrial podrá
reorganizar la sociedad donde ricos y pobres también tendrían un mayor
equilíbrio. De acuerdo con Doménico, "el capital estúpido de los ricos''
cedería en pro de una "ascensión social de los pobres".
Ócio se transforma en libros
"Es el paraíso". El sociólogo italiano, Doménico de Masi, repitió esa frase
innúmebles veces durante las tres horas que se quedó en Jericoacoará, a 289
km de Fortaleza, durante último domingo. A pesar de no entender porque el
chofer del buggy corria a 80 km por hora en plena playa y dunas de arena
para mostrarle las bellezas del lugar. "Por qué? Por qué?", preguntaba
Doménico. "Este chico es un industrial", jugaba, al referirse a la prisa del
chofer.
Doménico trabaja nueve meses por año y en los tres restantes se queda en
Ravello, ciudad italiana dedicada a conciertos musicales. Es alli que el
sociólogo escribe sus libros. Doménico es autor de "La Emoción y la Regla",
"Desenvolvimiento sin trabajo" y "La sociedad Póst-Industrial", entre otros.
Edita la revista Next (https://www.nextonline.it), en italiano. Una versión
en portugues estará pronta a partir de octubre.
Regina Ribeiro/O Povo